Empleados públicos

Si eres empleado público y te ofende lo que ves a tu alrededor

Propuesta especial para empleados públicos comprometidos

Tenemos la íntima convicción de la profunda vocación de servicio de muchos de los funcionarios y resto de empleados públicos que desempeñan su labor diaria en nuestras Administraciones Públicas.

Lamentablemente, sabemos que muchos de ellos sufren, incluso con mayor intensidad que el común de los ciudadanos, las actuaciones irregulares, indebidas o abusivas que, día tras día, se tramitan y despachan sin ningún tipo de reparo en muchas de esas Administraciones, dada la enorme dificultad y el alto coste que tiene su impugnación para los destinatarios de las mismas.

Para la mayoría de estas actuaciones ilegales o ilícitas, ciertos poderes públicos necesitan de las actuaciones de muchos funcionarios valientes que, en ocasiones, se niegan a colaborar en el sostenimiento de estos esquemas malvados. Es precisamente por este motivo por lo que estos valientes se ven sometidos a distintos tipos de represalias que sirven de aviso para los demás que también quieren cumplir con la legalidad pero que deben someterse si no quieren acabar como sus compañeros represaliados.

Vintage style wooden gavel from the court placed on a stack of law books on background

De hecho, es palmaria la realidad de empleados públicos que se han visto sometidos a escarnio público o a castigos más o menos velados por intentar denunciar este tipo de actuaciones administrativas vulneradoras del ordenamiento jurídico.

Pues bien, esos empleados públicos son héroes de nuestro tiempo, ya que conociendo como conocen el enorme poder apisonador al que se enfrentan, son capaces de defender sus convicciones aun a riesgo de los perjuicios que las mismas pueden provocarles. Vaya por delante nuestro aplauso y reconocimiento por su valentía. Pero no queremos quedarnos sólo en eso.

Es por ello que desde nuestra asociación nos ponemos a la entera disposición de este amplísimo colectivo de trabajadores (funcionarios, interinos, personal laboral,…) y les ofrecemos nuestros servicios jurídicos para estudiar los asuntos que se puedan plantear en el ámbito indicado y, en su caso, defender los intereses pretendidos de manera totalmente gratuita.

Pretendemos, de esta manera, la persecución de las actuaciones torticeras, irregulares o claramente prevaricadoras que en la actualidad quedan totalmente impunes por los motivos expuestos.

Conseguiremos así un claro beneficio no solo individual sino también colectivo, pues además de proteger a las personas directamente afectadas por las cuestiones planteadas, lograremos también evitar que esas actuaciones puedan repetirse en un futuro sobre cualquier ciudadano inocente.

Sabemos que algunos de estos buenos españoles no se mueven porque no pueden por falta de medios o porque, sencillamente, tienen miedo. Para evitar ese miedo, ofrecemos y recomendamos sistemas de comunicación lo más seguros posible, garantizando el anonimato de todo aquél que desee mantenerlo. Nosotros sólo necesitamos todas las pruebas que nos demuestren la conducta irregular. A partir de ahí es nuestra labor poner los medios para conseguir el castigo de los malhechores.

Somos conscientes que esta lucha contra el poder corrupto y prevaricador será dura. Sobre todo porque tienen y utilizan el poder, tanto de forma legal como ilegal. Sabemos que, cuanto mayor sea nuestro éxito en esta lucha desigual, mayor será también el delito que nos será imputado. El primero, casi siempre lo es, será tratar de laminar, destruir nuestra imagen pública, acusándonos de todas aquellas actuaciones o actidudes dañinas que consideren más creíbles para conseguirlo.

Por lo dicho, vamos a anticiparnos al problema, reconociendo de antemano múltiples conductas delictuales y poniéndoselo fácil a los malos. Vamos con el más grave primero, porque una vez confesado, nos resultará más fácil hacerlo con los demás. Pues bien, contra la creencia general, debemos confesar que no fue un toro llamado Islero, sino que fuimos nosotros ¡¡¡nosotros!!! los que matamos a Manolete. ¡Hala, ahí queda eso!

Pero no es este nuestro único crimen, pues además de asesinos, somos homicidas, ladrones, proxenetas, blanqueadores de dinero, estafadores, delincuentes sexuales y fiscales, carteristas, timadores, encubridores, conductores temerarios, denunciantes de mala fe… Y lo somos porque el poder corrupto al que estamos sometidos nos obliga a serlo para sobrevivir. No pretendemos, por tanto, ser ejemplo de nada, no lo somos. En realidad, confesamos que sólo queremos ser los delincuentes únicos, quedarnos sin una competencia pública y poderosa que nos supera en medios y número ¿se nos puede castigar por intentar ser los mejores en lo nuestro? De paso, es posible que haya efectos colaterales. Uno de ellos podría ser el demostrar que una parte de la actuación de las Administraciones Públicas es corrupta y que esa corrupción destruye las bases de nuestro sistema de convivencia. Quizá al demostrarlo se condenen esas conductas, ya sea por el sistema judicial, ya sea por los propios ciudadanos y de esta forma avancemos hacia una sociedad que no acepte ovinamente estos abusos. Pero bueno, si queremos conseguir nuestro objetivo, tendremos que aceptar estos daños colaterales.

Hoy por hoy, sólo hay una posibilidad legal de conseguir demostrarlo: acudir a la vía judicial. Y eso es lo que ofrecemos: asistencia legal, como asociación, para que todos los valientes que quieran poner su granito de arena para cambiar las cosas puedan hacerlo sin arriesgar ni su patrimonio personal ni su carrera profesional.

Por eso, facilitamos una dirección física, un correo electrónico y un teléfono donde nos pueden contactar. Para aquellos que pretendan mantener el anonimato, pues no siempre es posible dar la cara dadas las circunstancias, les recomendamos que los contactos se realicen por correo ordinario, hoy por hoy el más difícil de rastrear. Cuando recibamos la información y podamos tratarla, lo comunicaremos a través de la web, para que el interesado pueda enviarnos documentación adicional si fuera necesario o establecer otros canales de comunicación para seguir avanzando. Para ello, cada documentación deberá venir acompañada de una palabra o frase clave, para que el remitente sepa que nos estamos dirigiendo a él.

En caso de decidirse por remitirnos la información por correo-e o por teléfono, les recomendamos que se haga desde una dirección de correo creada expresamente y desde un ordenador que no sea suyo o desde un teléfono que no sea suyo.

Lógicamente, creemos que la mayoría de las veces, no será necesario tomar todas estas medidas de seguridad. En todo caso, los canales de comunicación habilitados quedan abiertos también para estas situaciones.

Para finalizar, les anticipamos que es posible que nuestros procesos sean largos, por lo que les rogamos que no pierdan la esperanza si ven que no contactamos con prontitud. Tenemos muchos asuntos ya y no podemos hacerlos todos a la vez. Desde luego, si hay alguno que se considere urgente, siempre puede indicarse así en la documentación remitida.